Visibilización y Empoderamiento

Experiencias de Mujeres del Sector Agrario Ecológico en Andalucía

Red de Dinamizadoras de Consumo Responsable

Sostenibilidad desde la Perspectiva de Género

Charles Darwin's Library

Biblioteca del Patrimonio de la Biodiversidad de Europa.

Publicación Redes de Alianzas, Redes de Empoderamiento

Un año más os traemos experiencias de mujeres de la producción artesanal y sostenible de Andalucía

Acceso a los contenidos del MAGRAMA

Ponte al día de las actividades del MAGRAMA, de la legislación y de toda la información ambiental puesta a disposición de la ciudadanía.

martes, 29 de noviembre de 2011

¿Comercializas alimentos ecológicos? Aprovecha estas subvenciones de Andalucía.


Si eres pyme y comercializas alimentos ecológicos y te estás planteando, por ejemplo, mejorar las instalaciones, hacer un estudio de viabilidad para ampliar tu negocio o estudiar la rentabilidad de los productos de quinta gama, ésta convocatoria es la tuya.

TÚ PIENSA EN INNOVAR. AQUÍ TE ASESORAMOS

El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, BOJA, publicado el 24 de noviembre incluye la Orden de 16 denoviembre por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de subvenciones para el apoyo a la mejora e innovación de la distribución de productos ecológicos (modificando la Orden de 8 de marzo de 2008).

La Orden de 16 de noviembre de 2011 tiene por objeto establecer las bases reguladoras para la concesión de subvenciones destinadas al apoyo a la comercialización en exclusiva de productos ecológicos y que cumplan con los requisitos establecidos en la normativa reguladora de la producción ecológica, comunitaria, estatal y autonómica.Se convocan para el año 2011, en régimen de concurrencia competitiva, las ayudas previstas en la Orden de 8 de marzo de 2008, modificada por la Orden de 15 de julio de 2009, por la que se establecen las bases reguladoras para el apoyo a la mejora e innovación de la distribución de productos ecológicos.

Serán subvencionables los siguientes gastos derivados de las inversiones indicadas en apartado 1 del artículo 6:

a) Gastos de mejora y acondicionamiento de locales e instalaciones.

b) Gastos de adquisición e instalación de equipos y maquinaria nuevos, hasta el valor de mercado del producto, incluidos los informáticos, así como el software, siempre que estén relacionados con la ejecución del proyecto para el que se solicita la ayuda.

c) Gastos generales vinculados a los gastos ontemplados en las letras a) y b), tales como honorarios de consultores o cualquier otro tipo de asesoramiento externo, estudios de viabilidad, asistencia técnica, licencias, permisos o gastos de traspaso de puestos en mercados municipales de abastos, hasta un límite del 12% de la inversión subvencionable.

Para la implantación de un servicio de gestión comercial sólo serán subvencionables los costes salariales, que incluyen el salario bruto, antes de impuestos y las cotizaciones obligatorias, como las cargas sociales, relativos a la contratación de personal técnico y administrativo.

Podrán acogerse a las subvenciones previstas en la presente Orden las personas físicas y jurídicas que ejerzan y asuman las actividades de comercialización de productos agrícolas y ganaderos ecológicos en Andalucía, sean responsables finales de la financiación de inversiones, y que sean titulares de microempresas, pequeñas y medianas empresas entendiéndose como tales las que reúnan los requisitos del artículo.


SI NECESITAS APOYO PARA TRAMITAR ESTA SUBVENCIÓN, PLANTEAR EL ESTUDIO DE VIABILIDAD O CUALQUIER OTRO ASESORAMIENTO EXTERNO, DESPREOCÚPATE, NOSOTRAS TE AYUDAMOS. PIDE PRESUPUESTO. 
Más información: ambientologa@andaluciajunta.es

domingo, 21 de agosto de 2011

Tira crítica... sobre los vertidos.

sábado, 6 de agosto de 2011

Cuento Agroecológico III: Trucos de Maíz.

Fotografía realizada por Iluminada Banda
    El tren interregional ya había parado varias veces fuera de horario y el viaje se hacía interminable. Éramos pocos pasajeros, a lo sumo, dos o tres por vagón y el entretenimiento se había convertido en una cuestión de astucia: el controlador se había aprendido nuestros nombres y, en cada vuelta, enmascarada con algún objetivo poco real, aprovechaba para detenerse a conversar y retener nuevos datos de los viajeros, eso sí, los justos, pues debía de racionar las preguntas para la próxima ronda; yo había terminado un libro de Millás, que una vez más había conseguido marcar mi espíritu con el rastro de la inquietud y el desaliento de los deseos incontrolables, así pues, para distanciarme de esta sensación decidí  preparar la cámara y ensayar encuadres, intentando hallar pistas de mí misma en aquel vagón… roturas del sky, pisadas mezcladas del pasillo, chicles en algún ventanal..; sentados varias plazas por delante de  la mía, en una de esas que tienen mesas, una mujer, de unos 35 años, se esforzaba en improvisar trucos de magia al niño que viajaba con ella, cambiando el color de las mazorcas de maíz. Desde mi posición veía perfectamente el cambio de mazorca en la mochila, pero el niño se reía con fuerza cada vez que la maga lograba un color diferente. Frotaba las manos, chasqueaba los dedos y hábilmente lograba incorporar y soltar las mazorcas:
-          mmmmmmm –el chico cerraba los ojos con fuerza – ¡ya! – y de pronto una mazorca roja había pasado a ser violeta.
-          ¡Síiiiiii- era violeta!-gritaba el chico.
Me acerqué a preguntarle por aquellas mazorcas.
-          Son variedades de mi país, vengo a una feria de biodiversidad, a dar un taller- con cuidado me hizo asomarme al interior de la mochila, ya que el niño no podía saber de tal almacén.
-          ¡Pero si hay hasta blanco!
-          Sí, este es del estado de Chihuahua…
La fotografié en el final de su truco con cada uno de los maíces, cada color tenía asociado una sonrisa diferente en el niño y una mirada de cariño concreta en ella… hablamos del campo, de la crisis, de México, de su sobrino –el cual había quedado temporalmente bajo su tutela-, del tren y de Millás… y el final de mi viaje llegó. Nos despedimos, no sin antes intercambiar correos y twitter… una vez en el andén caí en la cuenta: ¿Cómo conseguía acertar el color de la mazorca que estaba pensando su sobrino? Vaya, eso era lo que lo entusiasmaba, no el juego de manos… Reí y desaparecí entre cientos de viajeros en el umbral de la escalera mecánica.

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Cuento Agroecológico (serie numerada mediante numeración romana; cada cuento lleva un segundo título específico tras la numeración precedido por dos puntos) by Iluminada Banda García is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported License.

lunes, 1 de agosto de 2011

Second Hand: ¿Ahorrar tiempo o guardar cosas?/ Second Hand: Would you rather save time? Or save stuff?

Second Hand (Segunda mano) es un cortometraje de 7 minutos que, con mucho humor, nos habla de los estilos de vida y del consumo. Se pregunta, desde dos puntos de vistas distintos, qué perdemos y qué ganamos (a nivel ecológico y humano) con cada uno de los estilos de vida que se nos plantea en las sociedades de hoy, y lo hace desde una premisa básica: los comportamientos extremos sólo llevan a situaciones extremas. Hay que ser más flexibles, trabajar por el equilibrio y hacerlo entre tod@s. Su autor, Isaac King -animador, ilustrador y director- ya había abordado en un vídeo de poco más de 2 min de duración el tema del estilo de vida consumista con Puffing Away, más centrado en las consecuencias ambientales nivel global.


Second Hand is a funny short film of 7 minutes that it tells about life styles and consumer society. This film asks for what we gain or lose (on either a ecological and human level) in modern societies when you choose a style life and it starts from a basic premise: extreme behaviors just create extreme cases. Flexible attitudes are needed, balance is needed and this must be achieved among all together. Isaac King (animator, illustrator and director), author, had dealt with this subject about consumer life style with two minutes longer in a video called Puffing Away focused on global environmental impacts.

Web de Isaac King: http://www.isaacking.net/ 

 Puffing Away de Isaac King




miércoles, 13 de julio de 2011

El Arte de la Basura

Quizá de las experiencias más interesantes, en cuanto al reciclaje de residuos no orgánicos, son aquellas que han introducido el residuo como materia prima para la creación artística o artesana. Esta vía tiene varias connotaciones:
  • Es claramente reivindicativa y manifiesta la existencia de un problema ambiental y social grave: la creación artística comunica un mensaje claro desde la elección de la materia prima de la obra, recontextualizando el significado de la obra misma.
  •  Los materiales integrados en este nuevo ciclo de consumo artístico, normalmente, tienen una vida útil más larga que en cualquier otro ciclo, ya que obras artísticas de gran calidad suelen permanecer largo tiempo en exposición (pública o privada) y, como cualquier obra de arte puede revalorizarse con el tiempo.
  •  El reciclaje artístico no suele generar otros impactos importantes durante el proceso de recuperación y contribuye a la recogida selectiva del residuo.
  • Materializa una alternativa en la compra de regalos, objetos decorativos y similares, y, por tanto, fomentamos las consignas de las tres R (reducir, reutilizar, reciclar).
  • Son experiencias extensibles a la población y, en concreto, es una experiencia educativa muy interesante para el público infantil. En concreto, la organización de talleres de reciclaje artístico dota de una nueva visión de los residuos generados en casa, pasando del mero acto de “usar y tirar” al acto responsable de “usar y valorar”. 
  • Son experiencias que estimulan la creatividad, que pueden realizarse sin necesidad de espacios más grandes o apartados (como cuando compostamos la materia orgánica doméstica).

Por tanto, el reciclaje artístico, partiendo de la base de los talleres de reciclaje más comunes, permite ampliar la visión del reciclaje puramente doméstico, tiene una función pedagógica y comunicativa y es adaptable a cualquier sector poblacional, y al igual que cualquier otra actividad de valorización, representa una alternativa económica y laboral.

El reciclaje de residuos para la creación de obras de arte no tiene un antecedente histórico claro y continuo, dentro de un movimiento propio, pero podemos encontrar ejemplos , más o menos dispersos, dentro de los movimientos vanguardistas de las primeras décadas del siglo XX que, mediante el aprovechamiento de objetos y materiales diversos deshechados, alimentaban muchas obras.

Ejemplos de ello son el dadaísmo, donde el mensaje del artista ya se enfrentaba con una nueva concepción de la realidad –recordemos que en los años 20 continúan los avances tecnológicos que dan lugar a nuevos estilos de vida basados en una joven sociedad de consumo- y, posteriormente los Nouveaux Realistes, el pop-art, el arte Povera y el Fluxus. Dentro del primer planteamiento destaca Kurt Schwitters[1] que elabora sus Merz o fotomontajes con materiales recopilados de la basura. Entre el Nouveaux R. puede destacarse la obra de Arman o de Gérard Deschamps, o Robert Rauschenberg en escultura pop-art.

Actualmente existen múltiples eventos, entidades y artesanos en España dedicados a fomentar el reciclaje de residuos a través de la creación artística o artesanal que, tienen como objetivo principal, fomentar el reciclaje de los residuos como un recurso en sí mismo para la transformación en el arte, y por ende, en el ámbito social y en el ambiental. Por tanto, el reciclaje creativo se convierte no sólo en el mensaje reflexivo (a través de la exposición) sino en un medio de cambio interactivo, ya que pasa a ser la base en la organización y celebración de festivales, talleres de participación social, talleres para otros monitores y educadores (como medio instrumental para la divulgación del mensaje), para otros artistas, etc.

Asociaciones como Drap-Art son un referente en la actualidad con su Festival Internacional de Reciclaje Artístico, su exposición y las actividades de divulgación en formato taller.

Junio 2009 CERVANTESTV.ES 

Arte a través de la proyección de sombras de residuos
Basurama es otro referente en el trinomio “reciclaje, comunicación y arte” a través de la celebración de festivales anuales monotemáticos sobre los residuos y sus formas de recuperación artística, colectivo pluridisciplinar donde los haya, fomentan activamente y a través de distintos formatos la producción cultural de las 3R. 
Ciclos Locos, Basurama y Mara Berkhout, Semana Naranja, 2011.
También se desarrollan experiencias en el ámbito de la producción audiovisual, específicamente en el contexto del llamado video-arte o cinematografía experimental mediante el reciclaje de restos de material fílmico descartado en sus usos originales: el “found footage” es pues, experimentación en estado puro, prioriza la motivación artística e instrumentaliza el reciclaje obviando o ignorando el mensaje ecológico. 


Notas

[1]
Kurt Schwitters, es el creador de una forma de crítica llamada MERZ. Con ello dio lugar al replanteamiento del movimiento Dadá o dadaismo. El Merz se trata de una aproximación a lo que queda del Kommers, lo que es desechado, lo que ya no tiene utilidad. Transformaba boletos de tranvía, pedazos de cartón, cerrillas, envoltorios, trozos de madera, tela y hierro en los protagonistas materiales de una historia silente que revela el paso del tiempo, lo efímero y frágil además de la existencia humana.
Bibliografía.

Vidal Oliveras, Jaume. El Mundo, 2005. Basuralandia. En El cultural.es. Disponible en línea: http://www.elcultural.es/historico_articulo.asp?c=7250


Drapart, 2005. Disponible en línea:

http://www.drapart.org/span_about.html

 
Tavares, José, 1996. "Kurt Schwitters, Augusta Pia. Merz y el dadaísmo", artículo publicado en la Revista Utopía, Nº 4.
 
Links interesantes sobre reciclaje y arte.
Flores en el ático. http://www.floresenelatico.es

Basurillas - Reutiliza y reinventahttp://www.basurillas.org

Reciclando.eu  http://www.reciclando.eu

Steven Forster. http://www.stevenforster.co.uk
Imanol Ossa - Design Art Studio. http://www.imanolossa.com

La Olla Expréss, para Mentes a Presión. http://www.laollaexpress.com

Silvio Alvarez. Arte y Conciencia Ambiental. http://www.silvioalvarez.com.br/site/

sábado, 9 de julio de 2011

Cuento Agroecológico II: Ajoblanco.

Fotografía de Hector René León (Album Picassa)
Con los años, y la desaparición de la vieja alfombra vegetal ,los olivares, especialmente los del cerro alto, perdieron su vigor, y también el suelo. Las raíces de olivares y almendros mostraban las entrañas de la pérdida cultural que suponía mermar las cosechas cada año. Una tarde, Maria la de los arcos, que así la conocían por los arcos que adornaban la entrada a la finca, se quedó sorprendida mirando el paquete de almendras que estaba utilizando para cocinar el ajoblanco de las ferias: ‘Procedente de Turquía’ dijo en voz alta. Instintivamente le echó un vistazo a la botella de aceite… ni siquiera era de la comarca. Y entonces lo comprendió: su abuelo decía que la tierra desnuda de la que salen tallos y brotes era tierra de sed y de hambre. No se refería a la gente.
Autora: Yo, obsesionada por las cosas que farfullan los abuelos 

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sábado, 2 de julio de 2011

Cuento Agroecológico I: De como aprendí qué era la biodiversidad……

Mi abuelo era de los de botas de piel vuelta y barro en las suelas, un rastrillo y una azada con un buen cabo de madera que enfriaba en el agua del pozo antes de ponerse a las labores.  

Aunque siempre me reprendían, de vez en cuando, me colaba en el huerto porque era el lugar dónde podía atrapar más cantidad de bichos; en primavera y verano se daba más que una explosión: abejas, escarabajos brillantes, mariquitas, gusanos, moscas de colores, libélulas y otros insectos alados debajo de los nísperos y hasta la acequía, a lo largo de calles alternas de cebollas y zanahorias, de ajos y lechugas… todos paseando, comiendo, llevando cosas de un lado a otro, haciendo cosas que yo no terminaba de acertar exactamente y que, en definitiva, eran cosas de bichos.
A veces planificaba incursiones entre las hileras de plástico negro de los vecinos pero la caza se hacía poco fructífera y me aburría. Otras veces, me quedaba simplemente allí, sumida, observando como una mantis ocre hacía de las molestas hormigas un festín inigualable.

A los gritos de mi abuela y de mi madre me escabullía por la linde, eligiendo una nueva zona de juego que me permitiera explicar porqué mis botas, como las de mi abuelo, volvían a estar llenas de barro.

Autora: Iluminada y sus recuerdos. 

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martes, 28 de junio de 2011

Análisis del Ciclo de Vida

1. Primeras ideas.

El concepto de Análisis del Ciclo de Vida (ACV) de productos, es también conocido como Evaluación del Ciclo de Vida (ECV) o más comúnmente en la bibliografía internacional como Life Cycle Assessment (LCA). El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) constituye una herramienta de gestión que se utiliza para evaluar el comportamiento ambiental de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida: desde la producción y transporte de la materia prima del producto, su fabricación, teniendo en cuenta todas las fases intermedias como manufactura, transporte, su uso y mantenimiento y la gestión del residuo una vez ha finalizado su vida útil. En un ACV completo se contabiliza todos los efectos ambientales derivados del consumo de materias primas, la energía consumida en su proceso de fabricación, las emisiones contaminantes derivadas del mismo así como el impacto que puede generar el producto una vez se ha convertido en residuo.
Imagen extraída de CEGESTI, 2011.
Los estudios de ACV emplean pues, una metodología muy concreta, que consiste básicamente en la realización de un inventario de los consumos (de materia y energía) y las emisiones de cada una de les etapas del ciclo de vida, y de una evaluación de los impactos que estos consumos y emisiones pueden provocar sobre el medio ambiente.
Esta metodología tiene sus orígenes en la década del sesenta (Iglesias, Daniel H. 2007), cuando fue evidente que el único modo eficaz de analizar el tema de “la energía” en los sistemas industriales desde el punto de vista ambiental, era el de examinar todos los procesos seguidos por la materia prima, desde su extracción, transformación y uso, terminando con la vuelta del producto al medio ambiente en forma de residuos. Entre las más valiosas contribuciones se puede mencionar el código de prácticas para LCA publicado por la SETAC [1] en 1993, la Guía Nórdica para LCA en 1995 (Publicada por el Nordic Council of Ministers) y se llega a 1997 con el proceso de estandarización del procedimiento y el método de LCA elaborado por ISO (International Organization for Standardization). En la Unión Europea se destaca el programa EcoSMEs[2], resultado del proyecto de eLCA, un proyecto europeo que ha implicado a 45 expertos del Reino Unido, Alemania, Italia, España y Grecia, complementando y ampliando su conocimiento de IPP (Política Integrada de Productos), las tecnologías de Information&Communication, Management&Marketing, etc. eLCA[3] es parte del programa eContent[4].

Actualmente, a medida que ha ido creciendo la preocupación ciudadana y gubernamental por el medio ambiente en la UE, las PYMEs han empezado a analizar el impacto ambiental de sus actividades. Muchas empresas han respondido a esta preocupación ofertando a la sociedad productos “más ecológicos” o utilizando procesos “más limpios”. El comportamiento ambiental de los productos y procesos se ha convertido en un tema clave y algunas empresas están investigando sobre cómo minimizar sus impactos ambientales. La utilización de herramientas para obtener una mejora más allá del cumplimiento de la legislación, como las estrategias de prevención de la contaminación y los sistemas de gestión medioambiental (SGMA) ha permitido a algunas mejorar su comportamiento ambiental. A lo anterior se le suma la herramienta del Análisis de Ciclo de Vida (ACV) ya que considera el ciclo de vida entero del producto (ECOSMES, 2007).

La definición de ACV provista por la SETAC (1993) es la siguiente: “Es un procedimiento objetivo de evaluación de cargas energéticas y ambientales correspondientes a un proceso o a una actividad, que se efectúa identificando los materiales y la energía utilizada y los descartes liberados en el ambiente natural. La evaluación se realiza en el ciclo de vida completo del proceso o actividad, incluyendo la extracción y tratamiento de la materia prima, la fabricación, el transporte, la distribución, el uso, el reciclado, la reutilización y el despacho final”. La familia de Normas ISO 14000[5] contempla el ACV en su serie 14040; la ISO 14040 elabora un tipo de norma (estableciendo un procedimiento común a todos) que sirva para evaluar los impactos medioambientales a lo largo de toda la vida de un producto.

Metodología del ACV.

Se puede desarrollar un Análisis de Ciclo de Vida para un proceso, un servicio o una actividad, considerando todas las etapas que constituyen su vida útil.

De acuerdo con la metodología propuesta por la normativa ISO 14040, un Análisis del Ciclo de Vida comprende cuatro fases: objetivos y alcance del estudio; análisis del inventario; análisis o evaluación de los impactos e interpretación de resultados.
Definición y alcance de los objetivos.
Esta etapa del proceso/servicio/actividad se inicia definiendo los objetivos globales del estudio, donde se establecen la finalidad del estudio, el producto implicado, la audiencia a la que se dirige, el alcance o magnitud del estudio (límites del sistema), la unidad funcional, los datos necesarios y el tipo de revisión crítica que se debe realizar. La unidad funcional describe la función principal del sistema analizado. Es importante delimitar el sistema, ya que el ACV puede ser muy extenso, para ello se tendrá en cuenta entre otros factores la aplicación prevista del estudio, las hipótesis planteadas, los criterios de exclusión, los datos iniciales, las limitaciones económicas y el destinatario previsto.
Análisis del inventario (Life Cycle Inventory LCI).
El análisis del inventario comprende los datos y procedimientos de cálculo para identificar y cuantificar todos los efectos ambientales negativos asociados a una unidad funcional. En el inventario se cuantifica pues, todos los flujos entrantes y salientes del sistema durante toda su vida útil, calculando los requerimientos energéticos y materiales del sistema y la eficiencia energética de sus componentes, así como las emisiones producidas en cada uno de los procesos y sistemas. La metodología ISO 14040[6] identifica esos efectos ambientales adversos como “carga ambiental”.
Evaluación de impactos (Life Cycle Impact Assessment- LCIA).
Según la lista del análisis de Inventario, se realiza una clasificación y evaluación de los resultados del inventario, y se relacionan sus resultados con efectos ambientales observables.
La estructura de esta fase viene determinada por la normativa ISO 14042 (Antón Vallejo, Mª A., 2007) y distingue entre elementos obligatorios y opcionales.
Los elementos considerados obligatorios son:
  1. Selección de categorías de impacto, indicadores de impacto y modelos.
  2. Clasificación. Se asignan los datos procedentes del inventario a cada categoría de impacto según el tipo de efecto ambiental esperado.
  3. Caracterización. Consiste en la modelización, mediante factores de caracterización, de los datos del inventario para cada una de las categorías.
Los elementos opcionales pueden ser utilizados según el alcance del ACV: normalización, agrupación, ponderación, análisis de calidad de los datos.
Una diferencia importante entre los diferentes métodos de impactos reside en la opción de analizar el efecto intermedio del impactos (o midpoint) o el efecto último del impacto o (endspoint). Las categorías impacto ambiental intermedias se encuentran más cercanas a la intervención ambiental, proporcionando información más detallada de qué manera y en que punto se afecta al medio ambiente. Las categorías de impactos finales son variables que afectan directamente a la sociedad si bien la metodología para cuantificar el efecto último no se encuentran cerradas ni consensuadas, por lo que es más común recurrir a los midpoints.
Entre las categorías de impactos se encuentran el “agotamiento de recursos bióticos”, “usos del suelo”, el “Cambio Climático”, etc.
Interpretación de resultados.
Los resultados de las fases precedentes son evaluados juntos, en un modo congruente con los objetivos definidos para el estudio, a fin de establecer las conclusiones y recomendaciones para la toma de decisiones.
El ACV no sigue una metodología fija, no hay una única manera de realizar una evaluación de este tipo. Al contrario, tiene varias alternativas, y por lo tanto se debe estar familiarizado con los métodos científicos de investigación y con la evaluación del sentido común de las cuestiones complejas antes de realizar este tipo de estudio.
El método del ACV es de carácter dinámico, y las cuatro etapas en las que se realiza están relacionadas entre ellas, como se esquematiza en la figura siguiente; por lo que a medida que se obtienen resultados, se pueden modificar o mejorar los datos, las hipótesis, los límites del sistema o los objetivos, lo cual exige el recálculo. Este hecho, más la gran cantidad de datos históricos que se deben poseer para realizar un ACV, demuestra la necesidad de contar con un instrumento informático.

2. Aplicaciones del ACV.
La información relativa al ACV puede tomar varias formas, desde el inventario de ciclo de vida hasta estudios específicos sobre el uso, utilización y manejo de material concreto a través de si ciclo de vida. Así, el ACV es una herramienta fundamental para obtener ciertos ecoetiquetados (Ecolabelling) o en la etapa de diseño para ciertos productos. Así pues, la aplicación del ACV ofrece las siguientes ventajas (ECOSMEs, 2007):
a) Mejora en el diseño de productos. El ACV puede ser utilizado para ayudar a la toma de decisiones durante el diseño o rediseño de productos o servicios. Las empresas pueden usar el ACV para comparar el impacto ambiental de diferentes alternativas de diseño y analizar sus potenciales ventajas y desventajas ambientales. En este sentido, el ACV le ofrecerá una evaluación sistemática de los impactos ambientales asociados a un producto determinado.
b) Obtención de información ambiental. Teniendo en cuenta la creciente aplicación de la visión de ciclo de vida, puede resultar cada vez más necesario ofrecer información sobre los impactos ambientales de sus productos a otros integrantes de la cadena de producto. Esta información puede ser demandada por el gobierno, otros productores o el público en general, por ejemplo. El ACV cuantifica las entradas y salidas de cada proceso de la etapa de producción. A continuación, estas entradas y salidas son relacionadas con los impactos ambientales que pueden producir. En definitiva, la aplicación del ACV puede proveer de más datos más fiables a la empresa.
c) Marketing. El ACV puede ser utilizado como una herramienta de marketing. El hecho de que se haya utilizado un ACV durante el desarrollo del producto es indicativo de que este puede ser menos dañino para el medio ambiente. El uso del ACV puede convertirse en una fuerza motriz para que los consumidores prefieran los productos de menor impacto ambiental.
d) Beneficios económicos. El ACV examina el ciclo de vida de un producto e identifica dónde se producen los principales impactos ambientales. Estos impactos pueden ser reducidos incrementando la eficiencia en el uso de los diferentes consumos de materiales y energía. Incrementando la eficiencia en el uso de los recursos se puede reducir la cantidad de los mismos que es utilizada, así como de los residuos producidos y, en consecuencia, reducir los costes.
e) Relaciones entre el ACV y otras herramientas de gestión ambiental. La estructura del ACV puede ser incorporada en los sistemas de gestión ambiental (SGMA) y en los de etiquetado ecológico. Esto puede generar ventajas económicas y competitivas.
-         Sistemas de gestión medioambiental (SGMA) La metodología del ACV puede ser utilizada dentro de un sistema de gestión ambiental. Por ejemplo, el objetivo de la política ambiental de un SGMA puede ser reducir los impactos ambientales asociados a los productos de la empresa. El ACV puede facilitar su cumplimiento al ofrecer un análisis de los impactos ambientales producidos a lo largo del ciclo de vida de los productos.
-   Etiquetado ambiental Todos los sistemas nacionales de etiquetado ecológico existentes en la UE utilizan el ACV como base a la hora de establecer los criterios que los productos deben cumplir para su obtención.

Ejemplos aplicados del ACV:
ANÁLISIS DE CICLO DE VIDA DE PRODUCTOS DERIVADOS DEL CEMENTO. Tesis de Arnaldo Cardim de Carvalho, ETS de Ingenieros de Caminos, de Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Cataluña (2001). Tesis Doctorales en Red.
UTILIZACIÓN DEL ACV EN LA EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL DEL CULTIVO BAJO INVERNADERO MEDITERRÁNEO. Tesis de Assumpció Antón Vallejo, Doctorado de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña (2004). Tesis Doctorales en Red.


3. El ACV y el Consumo Responsable.
En general, se ha visto que un ACV puede dar información sobre el impacto del producto para que este pueda ser diseñado desde la concepción y extracción de las materias primas,  hasta el momento de ser gestionado como residuo. Se han abordado pues todas las cuestiones relacionadas directamente con la empresa.  Pero desde el punto de vista del consumidor o consumidora, un ACV también puede contribuir a mejorar la sostenibilidad ya que fomenta un flujo de información útil para ejercer un consumo responsable de bienes materiales y alimentos, incluso, de productos no tangibles. Un ACV, desde el punto de vista del consumo, incentiva un consumo responsable y trasciende del mero marketing:
-       El consumo responsable fomenta la adquisición de productos con ecoetiquetados[7] o etiquetados específicos que reflejan, además de información relativa a su ciclo de vida, que el producto cumple con unos criterios ambientales o ecológicos específicos, cumplen pues, unas normativas y son certificados por organismos de control.
Extraído de ECOSME, 2011.
  •    En relación con el factor anterior, el envasado del producto es importante. El consumo responsable fomenta las reglas de las tres R, especialmente las de Reducir y Reutilizar. Existen envases excesivos para unos productos (por ejemplo, determinados alimentos) o difíciles de reciclar en otros (como los envases de papel, aluminio y cartón).
  •      Los consumidores responsables buscan información complementaria del producto. En algunos casos el etiquetado no basta, el consumidor busca información relativa a la Responsabilidad Social Corporativa  y Ambiental de la empresa.
  •     Una variable más del consumo responsable es dónde ha sido elaborado el producto. Hay productos que han sido fabricados por componentes en distintas partes del mundo y otros que, simplemente han sido fabricados a miles de kilómetros del punto de consumo. El coste energético que ello supone y, por tanto, el impacto global (¿cuántas toneladas de CO2 han emitido en la fabricación de este objeto?) de dicho producto hacen considerar que éste sea con consumo irresponsable.
  •      El consumidor responsable aprende a valorar distintas variables: calidad, precio, información del ecoetiquetado e incluso otros aspectos de su ciclo de vida, información de Declaraciones Ambientales del Producto (EPD), origen, impacto en su fabricación, RSC, envasado, dificultad para su reciclado una vez se ha convertido en residuo, etc.
Los consumidores y usuarios finales están ya situados en un punto cercano al final de esta cadena que supone el ciclo de vida de los productos/servicios, y la relación con estos es a través del uso, del manejo y de la utilidad que sacan de ellos, que puede abarcar, aparte de la satisfacción de necesidades básicas, toda clase de necesidades secundarias o simbólicas.
 La "historia personal" de los productos de fabricación industrial, más allá de sus nombres y marcas, precio y aspecto, hasta ahora no ha sido de gran interés, pero el ciudadano se está dando cuenta, quizá por que ya está viviendo las predicciones del Cambio Climático, que lo que consume tiene efectos negativos y positivos diversificados que van más allá de ejercer el consumo para cubrir la necesidad o el deseo que lo alentaban. El consumidor comienza a despertar a una realidad diferente y se pregunta que hay más allá del envase, del producto y del supermercado. 

Notas

[2] Ver la web: http://www.setac.org/.
[3]  Ver la web: http://www.elca.enea.it/.
[5] La ISO es una organización privada internacional, que incluye algunos organismos nacionales tanto de los países industrializados como de los que están en desarrollo, cuyo objetivo es normalizar un amplio grupo de productos y actividades. Los estándares de ISO incluyen las series 9000 y 14000. Las normas ISO de la serie 14000 incluyen la ISO 14001 relativa a los Sistemas de Gestión Medioambiental, así como un conjunto de normas relacionadas con el ACV (la serie 14040). Las actividades de ISO relacionadas con este tema empezaron en 1994 y tienen el objetivo de producir la primera serie completa de normas sobre ACV. Las normas ISO sobre ACV hacen referencia a los aspectos técnicos y de organización para el desarrollo de un estudio de ACV. Los aspectos organizativos se centran en el diseño del proceso de revisión crítica, dando una atención especial a las declaraciones públicas. También cubren temas como por ejemplo la implicación de los distintos actores. 
[6] Normas e informes técnicos producidos por ISO dentro de la serie 14040 (Gestión ambiental – Análisis de Ciclo de Vida):
-   ISO 14040: Norma sobre Gestión Ambiental – Análisis de Ciclo de Vida – Principios y estructura (1997).  Ofrece una visión general de la práctica, aplicaciones y limitaciones del ACV en relación a un amplio rango de usuarios potenciales, incluyendo aquellos con un conocimiento limitado sobre el ACV.
-   ISO 14041: Norma sobre Gestión Ambiental – Análisis de Ciclo de Vida – Definición de Objetivos y Alcance y Análisis de Inventario (1998).  Recoge los requerimientos y directrices a considerar en la preparación, aplicación o revisión crítrica del análisis del inventario de ciclo de vida (la fase del ACV referente a la recogida y cuantificación de los consumos y emisiones relevantes que se producen en el ciclo de vida de un producto).
-   ISO 14042: Norma sobre Gestión Ambiental – Análisis de Ciclo de Vida – Evaluación del Impacto de Ciclo de Vida (2000). Ofrece una guía sobre la fase del ACV consistente en la evaluación de impactos (que tiene por objeto la evaluación de los impactos ambientales potenciales y significativos a partir de los resultados del análisis de inventario).
-   ISO 14043: Norma sobre Gestión Ambiental – Análisis de Ciclo de Vida – Interpretación del ciclo de vida (2000). Ofrece una guía sobre la interpretación de los resultados del ACV en relación con la definición de objetivos del estudio, incluyendo una revisión del alcance del ACV, así como del tipo y calidad de los datos utilizados.
-   ISO/TR 14047: Norma sobre Gestión Ambiental – Análisis de Ciclo de Vida – Ejemplos de aplicación de la ISO 14042(2003).
-   ISO/TS 14048: Norma sobre Gestión Ambiental – Análisis de Ciclo de Vida – Normalización de datos e información para una evaluación de ciclo de vida (2002).
-   ISO/TR 14049: Norma de Gestión Ambiental – Análisis de Ciclo de Vida – Ejemplos de aplicación de la ISO 14041 (2000).
[7]  El etiquetado ambiental es, según la ISO 14020, un conjunto de herramientas voluntarias que intentan estimular la demanda de productos y servicios con menores cargas ambientales ofreciendo información relevante sobre su ciclo de vida para satisfacer la demanda de información ambiental por parte de los compradores.
Hay tres tipos de etiquetas ambientales según la ISO 14020 : Tipo I: ecoetiquetas certificadas, Tipo II: autodeclaraciones ambientales de producto, y Tipo III: EPDs. 

BIBLIOGRAFÍA.

Antón Vallejo, Mª A., 2007. Utilización del Análisis del ciclo de vida en la evaluación del impacto ambiental del cultivo bajo invernadero mediterráneo. UPC. Programa de Doctorat Enginyeria Ambiental. Disponible en: http://www.tesisenxarxa.net/TDX-0420104-100039/.
ECOSMES, 2007. ¿Qué es el Análisis de Ciclo de Vida?. Disponible en: http://www.ecosmes.net/cm/navContents?l=ES&navID=lcaSmesIntro&subNavID=1&pagID=1&flag=1 .
Iglesias, Daniel H., 2007. "Relevamiento exploratorio del análisis del ciclo de vida de productos y su aplicación en el sistema agroalimentario"  en Contribuciones a la Economía, febrero 2005. Disponible en: http://www.eumed.net/ce/ .
Hartmann, Betsy, 2006. Militarism and Reproductive Freedom. ZNet Commentary. Disponible en: http://www.zmag.org/Sustainers/Content/2002-12/29hartmann.cfm .

Alimentos ecológicos y Salud

Introducción.

El sistema agroalimentario mundial, es decir, el conjunto de actividades que concurren a la producción y distribución de productos agroalimentarios (Malassis, 1979) se ha basado en el uso inadecuado de sustancias químicas de síntesis y en la búsqueda de la rentabilidad económica por encima de la seguridad alimentaria.

Históricamente esta situación ha ocasionado y sigue ocasionando en la actualidad serios problemas de salud pública y medio ambiental en general. Los riesgos y  los impactos de este sistema  van desde la contaminación con sustancias tóxicas  del agua, los suelos, el aire y los alimentos, hasta la pérdida de la calidad nutricional de estos.

Ante esta realidad, cada vez más documentada, la agricultura ecológica avanza como alternativa para una agricultura sostenible, debido a que en sus formas de producción prohíbe el uso de sustancias químicas de síntesis, además promueve el restablecimiento de la fertilidad de los suelos, la biodiversidad, la crianza de animales en libertad, etc., todo lo cual contribuye a mejorar el medio ambiente, la seguridad alimentaria y la calidad de los alimentos que en estos sistemas se producen.

En este sentido la Comisión Europea, basándose en los beneficios de la agricultura ecológica, ha recomendado al Consejo y el Parlamento un Plan de Acción para impulsar la alimentación y los sistemas de producción ecológicos. Por otro lado la agricultura ecológica es el único sistema agrario y ganadero que está regulado por un reglamento Europeo y que es de obligado cumplimiento por todos los estados miembros, encargados estos de controlar todo el sistema de certificación de la producción ecológica.

Riesgos derivados de los pesticidas y otras sustancias químicas.

Para amenizar este punto se expone una de las conferencias de Nicolas Olea, catedrático de la UGR que lidera ha liderado las investigaciones de los últimos años al respecto desde el Laboratorio de Investigaciones Médicas del Hospital Clínico.






    












Contenido nutricional de los alimentos ecológicos.

En los últimos años se ha discutido mucho sobre la calidad nutricional de los productos ecológicos con respecto a los alimentos producidos bajo técnicas convencionales. Ya desde mediados de los años 70 los trabajos de Schuphan (1975), resultado de 12 años de investigación, mostraban que los productos ecológicos superaban a los convencionales en el contenido de proteínas, vitaminas, azucares totales y minerales como el hierro, potasio, calcio  y fósforo, mientras componentes como los nitratos eran muy inferiores. Sin embargo, hay publicaciones basadas en recopilaciones de informes científicos que han apuntado que dichas concentraciones no son significativas. 

Efecto del cultivo ecológico sobre la calidad de los vegetales
Componentes deseables
Componentes indeseables
Materia Seca
+ 23 %
Nitratos
- 93 %
Proteína
+ 18 %
Aminoácidos libres
- 42 %
Ácido Ascórbico
+ 29 %
Na
- 12 %
Azúcares total
+ 19 %


Metionina
+ 23 %


K
+ 18 %


Ca
+ 10 %


Fe
+ 17 %


P
+ 13 %
Rendimiento
- 24 %
Schuphan, 1975. Medido durante 12 años y comparando fertilización con estiércol vs. mineral

Desde 1997 vienen publicándose este tipo de revisiones obre el tema. En este año Woese publicó en Alemania el resultado del estudio de 150 investigaciones donde se comparó la calidad de los alimentos ecológicos y los convencionales. El resultado de su análisis señala que los alimentos ecológicos se diferenciaban de los convencionales por su menor contenido de nitratos y pesticidas, un mayor contenido de materia seca, tendencia a contener más vitamina C y una mayor preferencia por los animales. Las diferencias en el contenido de minerales fue inconsistente. Al año siguiente Whorthington (1998) en USA al revisar unas 60 investigaciones concluyó, en base a la comparación individual de nutrientes, que los alimentos ecológicos superó a los convencionales en el 56% de los casos, mientras que en el 37% fueron superiores los convencionales, concluyendo que la tendencia era a un mayor contenido de nutrientes de los productos ecológicos y una mejor salud en los animales que los consumían. Revisiones posteriores no mostraron suficiente consistencia en la diferencia nutricional entre los alimentos ecológicos y convencionales (Diver, 2000; Brandt y Molgaard, 2001 y Williams et al, 2000).

Debido a estas contradicciones, en el 2001 la Soil Association (Inglaterra) encarga una revisión en profundidad de todos los trabajos analizados con anterioridad:

La Soil Association encontró que las inconsistencias o contradicciones se debían en su gran mayoría a que no se habían empleado métodos adecuados de comparación o inclusive muchos de los productos ecológicos no estaban debidamente certificados o demostrados los métodos de producción.

Después de analizar 99 investigaciones inicialmente seleccionadas, llegaron a la conclusión que solo en 29 de ellas se demostraba que los productos eran ecológicos y que las comparaciones se habían realizado empleando métodos válidos. Justamente, en estas 29 investigaciones que sí habían podido validar los resultados mostraban que en más del 50% de los casos los productos ecológicos superaban a los convencionales. En el caso del contenido de nitratos se observó claramente la superioridad de los alimentos ecológicos.

En 2002, otro estudio realizado por la Rutgers University (Heaton) en Reino Unido, comprobó la superioridad de las verduras ecológicas en el contenido de minerales, el cual superó entre 10 a 50 veces el contenido por los convencionales. 

Por otro lado se debe señalar que la fertilización nitrogenada química reduce la calidad de los alimentos, especialmente el contenido de vitamina C. En este sentido, las investigaciones de Domínguez, Raigón y Soler (2003) sobre cítricos en la Comunidad Valenciana ha demostrado un mayor de contenido en vitamina C, pulpa y aceites esenciales en naranjas ecológicas.

Precisamente Dolores Raigón ha fomentado este tipo de estudios en los últimos años, por ello os dejamos con una charla suya en vídeo que os aclarará muchas dudas sobre el contenido nutricional de los alimentos ecológicos:













Bibliografía

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Domínguez , A., Raigón, M.D., Soler , D. 2003. “Hacia la Citricultura de Calidad con la Producción Ecológica”. Vida Rural nº 169, mayo 2003. Pág. 36-40
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Williams, C., Pennington, T., Bridges y O., Bridges, W. 2000. Food Quality and Health. Shades of Green, a Review of UK Farming Systems. Royal Agricultural Society of England. Pág. 73 – 90.
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Woese, K. Lange, D., Boess, C. y Werner Boël K. 1997. A Comparation of Organically and Conventionally Grown Foods: Results of a Reviewof the relevant Literature. Journal of the Science of  Food and Agriculture. Vol 74, Pág. 281 – 293
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Yussefi, M. y Willer, H. 2001. The World of Organic Agriculture, Statistics and Emerging Trends. IFOAM.

Autora: I. Banda

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